ZARAGOZA. El juzgado de Primera Instancia número 20 de Zaragoza ha dado la razón a un pequeño accionista del Banco Popular , que antes de su resolución y venta, compró 20.000 títulos de la entidad a un precio de 19.600 euros.

El juez condena a Banco Santander –que adquirió el Popular tras su quiebra– a abonar dicha cantidad en concepto de daños y perjuicios más los intereses legales porque entiende que «la información financiera que Banco Popular suministró a sus clientes al ofertar las acciones no respondía en absoluto a la imagen fiel de solvencia que pretendía transmitir». Santander está en plazo para recurrir.

El accionista zaragozano compró los títulos en el mercado secundario en octubre de 2016. Durante los meses siguientes se produjo la crisis del Popular que terminó siendo declarado «inviable» y vendido el 7 de junio de 2017 por un euro. Los accionistas perdieron toda la inversión.

El juez atiende al informe pericial presentado por la defensa del cliente, a cargo del abogado Fernando Pérez del despacho Lean Abogados, del que resulta que «el folleto informativo contenía informaciones que no respondían a la realidad y omitía datos relevantes», en referencia al emitido con motivo de la ampliación de capital que se lanzó unos meses antes.

Aunque el folleto advertía de riesgos como los derivados de la devolución de las cláusulas suelo, de crédito o de liquidez «tales advertencias se hacían a modo de cláusulas de estilo que quedaban minimizadas por el anuncio de que la operación fortalecería el balance del banco».
Y para el juez esta «información distorsionada» es la que llegó al cliente. Aunque este no acudió a la ampliación, el magistrado recuerda que la validez del folleto es de un año y que no había datos que aventuraran que había cambiado la situación del banco.

 

Heraldo Zaragoza